
La prenda fue confeccionada con tela industrial blanca de algodón, bordada con mil puntos de hilo rojo de algodón. Se le cosió además una moneda metálica japonesa y una presilla de la misma tela, abriendo una ranura en el extremo opuesto.
Un senninbari (‘puntadas de mil personas’) era un ceñidor que un soldado recibía de su madre o su esposa al marchar a la guerra. Ella le había pedido a cientos de mujeres que cada una bordara un punto rojo sobre la tela blanca, hasta completar mil puntos. La prenda tenía el propósito de proteger al soldado para que regresara sano y salvo a su familia y su comunidad. Un participante en la Segunda Guerra Mundial recuerda con estas palabras el senninbari que recibió de su madre:
“Yo valoraba tanto el senninbari porque era el objeto que me vinculaba con mi madre y además me hacía sentir que no tenía temor de no sobrevivir las muchas experiencias de combate y regresar a casa intacto. Sin embargo, al ser un objeto que los soldados japoneses llevaban al combate, no le dije a nadie, ni siquiera a mi amigo más cercano, que yo lo tenía y lo mantuve en secreto a lo largo de la guerra.
Yo lo atesoraba. Mi madre solía platicarme de los senninbaris cuando era niño. Ella me lo mandó. Yo lo cargaba en mi bolsillo. Sentía una cercanía afectuosa hacia él y hacia mi madre, porque ella lo hizo. Me gustaría pensar que mi senninbari me ayudó a regresar a salvo de la guerra.” [1]
Trine Ellitsgaard vio este ceñidor en una galería en Nueva York y le llamó la atención. De regreso en Oaxaca, le comentó al Maestro los detalles de la pieza y él decidió adquirirla para el MTO, pero su envío a México fue imposible porque fue detenida en la aduana en dos intentos, dadas las restricciones comerciales a la importación de textiles. El senninbari tuvo que ser traído a Oaxaca por una persona en su equipaje.
En septiembre de 2024 le mostramos este ejemplo a tres colegas japonesas del Consejo Internacional de Museos. Ellas expresaron su preocupación porque personas originarias de Corea o de China que visitaran esta exposición podrían sentirse ofendidas al asociar el senninbari con la ocupación militar japonesa de sus territorios durante la II Guerra Mundial. Nos explicaron, por otro lado, que la moneda cosida al centro del ceñidor es una señal de identidad, para recordarle siempre al soldado su lugar de origen y su nacionalidad.
Donación de Trine Ellitsgaard y Francisco Toledo al MTO
[1]. Ito, sin fecha, A soldier’s treasure.