Restauración de textiles: Ciencia, Arte y Destreza (1)

Las telas viven con nosotros desde que nacemos. Vivimos rodeados de ellas. Entre los
hilos se entreteje una función. En el color se refleja el gusto. Los diseños nos transmiten un
significado. Así, los textiles se utilizan como algo más que una simple capa protectora. Los
textiles han acompañado a la humanidad durante milenios y es mediante su estudio que
logramos obtener una idea más integral de la vida humana: desde aspectos triviales y de
subsistencia, hasta cuestiones ceremoniales y tecnológicas. Si bien es cierto que las fuentes escritas nos dan buena cuenta del pasado, la información que puede brindar un tejido palpa-
ble es irremplazable. De ahí la importancia de la conservación de textiles, los cuales forman parte del patrimonio cultural que compartimos como humanidad.

Sari, sarong y posahuanque: Lienzos envolventes del mundo

“Posahuanque” se nombra hasta la fecha la falda de enredo que visten las mujeres mixtecas del distrito de Jamiltepec, en la costa de Oaxaca. Como lo atestiguan las Relaciones Geográficas del siglo XVI, el término deriva del náhuatl cozohuahuanqui, que podemos traducir como ‘rayado de amarillo’. Aunque los posahuanques actuales no muestran hilos de ese color, mantienen una decoración a base de franjas azules, violetas y guindas, y constan de un tejido ancho y largo que se enrolla alrededor de la cintura. Representan el atuendo más sencillo que se conserva en México. Encontramos prendas similares en otras regiones del mundo, donde se envuelve alrededor del cuerpo un lienzo completo, tal como sale del telar.