Sacar la aguja y adentrarse
Miriam, a menudo, dice ser una artista de la tradición. Me interesa esta afirmación de la tra- dición porque admite y permite pensar una continuidad, aquella siendo una cualidad y expresión de lo femenino, de la transmisión de un saber ancestral, arcaico, anterior. A las maestras se las honra continuándolas porque en el encuentro con el silencio femenino, poblado de voces y danzas, de abuelas e hijas, de bosques, flores y aguas, podemos aún tocar la circularidad del saber dinámico del espíritu.