Fantasía desbordada. Surrealismo textil
En 1924, el escritor André Breton dio a conocer en París el primer Manifiesto Surrealista, donde describía al surrealismo como “automatismo psíquico puro, por cuyo medio se intenta expresar, verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento.” La definición proseguía y se hacía más precisa: el surrealismo “es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral.” En su juventud, Breton se había interesado en los desórdenes siquiátricos después de estudiar medicina y prestar servicio en un hospital neurológico en el frente de guerra. Había leído a Freud con avidez, quien le dejó una impronta profunda.
Vestir hijos con amor: ropa infantil de México y Guatemala
Los textiles que exhibimos aquí no son artículos suntuosos de una antigua aristocracia, sino ropa infantil de la gente más pobre de México y Guatemala. En vez de hilos de seda, constan de algodón y lana; en lugar de entorchados de oro, lucen brocados hechos en el telar y bor- dados plasmados con una aguja. No por ello valen menos. Las prendas de los niños, como las de sus padres, reflejan la historia de cada comunidad y proyectan ante el mundo un ideal de belleza. No hay nada más hermoso que un retoño humano, parecen decirnos los huipilitos multicolores y los gorros forrados de holanes.