«Hacemos bordados de nuestros abuelos porque ellos nos enseñaron a bordar, es una tradición de mi pueblo, aprendí a bordar junto a mis hermanas desde temprana edad.» Jessica López, joven artista textil, es originaria de Camino de Ixcatlán. Su curiosidad por el trabajo con la aguja y los hilos despertó en ella cuando veía a su mamá bordar sus huipiles: «La necesidad me llevó a aprender a bordar, veía a mi mamá bordar sus huipiles; yo quería usar uno igual, así que me esforcé en aprender, recuerdo que la primera blusa que bordé me llevé días en hacerla, pero sí la terminé.»
Actualmente, Jessica representa al taller
«Las Diez Mazateca», integrado por diez artistas unidas por una misma misión por el rescate y preservación de la vestimenta original. Después de tres años de haber iniciado, las integrantes deciden formalizar el taller y siguen trabajando de manera conjunta para cumplir con los objetivos; se reúnen cada tres días para avanzar con el trabajo: mientras unas se dedican a cortar y dibujar los patrones con iconografía de aves y flores, otras se concentran en bordar en punto de hilván.
El proceso creativo que implica crear estas blusas bordadas es un hábito artístico que las guía día a día: «Se corta la tela, después se dibujan los patrones de aves, flores y hojas sobre la tela, se selecciona el color de los hilos y se empieza a bordar, por último se hacen los acabados de las blusas.»
A través del tiempo y por la frecuencia con que realizan los bordados, las artistas han desarrollado sus habilidades con la aguja y la combinación de hilos. Recientemente se implementó materia prima de buena calidad e hilos teñidos con tinte natural en sus bordados. «Buscamos siempre aprender cosas nuevas que aún no sabemos, gracias al Museo Textil aprendimos a hacer patrones y a tenir nuestros hilos con añil y ahora con caoba, que da un tono café.»
A su corta edad, Jessica inicia su día muy temprano para ayudar con los quehaceres de la casa y alrededor de las diez de la mañana empieza a trabajar con su bordado, lo que la mantiene entretenida hasta la noche, actividad que requiere de esfuerzo y dedicación para perfeccionar cada puntada. Se siente orgullosa de realizar este trabajo, pues es una actividad que heredó de sus abuelos, además de ser ya parte de su vida cotidiana, razón por la cual no quiere dejar de hacerlo: «Es una experiencia, porque si no lo sabes hacer, lo tienes que comprar; me gusta mucho bordar, ahora estoy bordando con mis hermanas porque no quiero que se pierda la tradición, porque muchos jóvenes salen de la comunidad y dejan de hacerlo.»
Un espacio de la tienda del Museo Textil de Oaxaca se llena de aves, flores y hojas de múltiples colores gracias a la labor del taller
«Las Diez Mazateca», donde cada día se esmeran en hacer un mejor trabajo para la satisfacción de sus clientes. El MTO se enorgullece de contar con artistas textiles como Jessica que se distinguen por su entusiasmo para continuar con el legado que le dejaron sus antepasados.