2018: Nuevas Constelaciones

Al hablar sobre los textiles de Oaxaca, inmediatamente vienen a la mente algunas imágenes bastante conocidas, imágenes que conectan a las telas con las poblaciones donde éstas se elaboran. Así tenemos las flores istmeñas, las grecas de Teotitlán y las aves mazatecas, por dar sólo algunos ejemplos. Podríamos pensar que estas flores, grecas y aves, son una suerte de constelaciones en nuestra bóveda celeste, constelaciones que nos ayudan a encontrar y/o a seguir un rumbo. Pero, ¿hay nuevas constelaciones por descubrir? ¿Es posible modificar el mapa de estrellas que conocemos? Las respuestas son obvias: sí y continuamente.

Sensibilidades pareadas – Las colecciones de Ernesto Cervantes y Josephine Brown

Ernesto Cervantes Morales nació en Oaxaca recién iniciado el siglo XX, como hijo menor de un médico distinguido que presidió el ayuntamiento de la ciudad. A la muerte del padre durante la epidemia del tifo en plena revolución, la familia emigró a la Ciudad de México, donde Ernesto conocería a José Vasconcelos, quien lo recibió con cordialidad por ser paisano y le presentó a los artistas que pintaban los murales de la Secretaría de Educación Pública a principios de los años 1920. Fue así como se relacionó con Diego Rivera, Frida Kahlo, Tina Modotti y otros.

Diez años de creación, convivencia y aprendizaje

En 2009, poco menos de un año después de que el Museo Textil de Oaxaca abriera sus puer- tas al público, Abigail Mendoza fue la primera artista en impartir un taller de telar de cintura en este espacio. El voto de confianza que nos otorgó esta virtuosa tejedora de Santo Tomás Jalieza permitió que, poco a poco, más personas de distintas comunidades de Oaxaca comenzaran a acercarse para compartir su conocimiento con quienes nos visitan.

Fantasía desbordada. Surrealismo textil

En 1924, el escritor André Breton dio a conocer en París el primer Manifiesto Surrealista, donde describía al surrealismo como “automatismo psíquico puro, por cuyo medio se intenta expresar, verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento.” La definición proseguía y se hacía más precisa: el surrealismo “es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral.” En su juventud, Breton se había interesado en los desórdenes siquiátricos después de estudiar medicina y prestar servicio en un hospital neurológico en el frente de guerra. Había leído a Freud con avidez, quien le dejó una impronta profunda.

Vestir hijos con amor: ropa infantil de México y Guatemala

Los textiles que exhibimos aquí no son artículos suntuosos de una antigua aristocracia, sino ropa infantil de la gente más pobre de México y Guatemala. En vez de hilos de seda, constan de algodón y lana; en lugar de entorchados de oro, lucen brocados hechos en el telar y bor- dados plasmados con una aguja. No por ello valen menos. Las prendas de los niños, como las de sus padres, reflejan la historia de cada comunidad y proyectan ante el mundo un ideal de belleza. No hay nada más hermoso que un retoño humano, parecen decirnos los huipilitos multicolores y los gorros forrados de holanes.

Cobijar la luz

En mi proceso artístico encuentro inspiración en las formas orgánicas de la vida submarina. Esto es un marco que conduce a la creación de instalaciones basadas en la transformación del espacio. Uso celofán como material, lo escojo por sus rasgos particulares: claridad, plasticidad y ligereza; y lo utilizo para crear los elementos esculturales de la instalación.

Sacar la aguja y adentrarse

Miriam, a menudo, dice ser una artista de la tradición. Me interesa esta afirmación de la tra- dición porque admite y permite pensar una continuidad, aquella siendo una cualidad y expresión de lo femenino, de la transmisión de un saber ancestral, arcaico, anterior. A las maestras se las honra continuándolas porque en el encuentro con el silencio femenino, poblado de voces y danzas, de abuelas e hijas, de bosques, flores y aguas, podemos aún tocar la circularidad del saber dinámico del espíritu.

Bordar en tierras altas. Arte textil mazahua

Hace casi cuatro años que conocimos el trabajo con el que Isabel Quijano León ha impulsado a un talentoso grupo de bordadoras de la comunidad de San Felipe Santiago, Estado de México. Los trabajos, como suelen serlo las labores de las mujeres mazahua, mostraban una meticulosidad prodigiosa en cada puntada, lo que convertía a esas miniaturas en obras que demandan un serio ejercicio de concentración a nuestros ojos para apreciar cada uno de los detalles expresados en la tela.

El ritual de los sueños – Porfirio Gutiérrez

En la cosmovisión de nuestros pueblos zapotecas el petate fue y sigue siendo un elemento muy importante en la cotidianeidad así como en nuestros rituales, en los que la vida y la muerte van ligados a este elemento. La vida, que surge al momento de nacer sobre el petate, mismo en el que posteriormente pasaría a ser el lugar en donde se producen los sueños, y al culminar el ciclo de la vida se da paso a la muerte, a la reencarnación; en esta etapa anterior- mente se envolvía a los muertos en un petate antes de ir a la tumba.

Una senda de edredones, el legado de Bill Stecher

Se conoce como ‘edredón’ a una colcha compuesta de dos telas sobrepuestas, con un relle- node algodón, lana, plumón o alguna otra fibra entre ambas capas. El relleno esponjoso hace más abrigadora a la colcha, a la vez que permite formar diseños al darle relieve a las costuras que fijan a la capa externa sobre la tela de base. Los edredones senombran quilts en inglés, palabra que deriva del mismo término en latín (culcita) del cual se originó ‘colcha’ en español. Su historia se remonta a la antigüedad: en las excavaciones arqueológicas se han encontrado ejemplos de seda que datan del periodo de 700 a 200 años antes de Cristo en China, y un tapete de lino acolchado, fechado entre los años 100 y 200 de nuestra era, fue hallado en Mongolia.